Era 12 de julio y yo estaba en casa esperando a que mis padres llegaran de casa de mi abuela, dijeron que volverían a las dos y ya eran las seis, ¿dónde estaban? Me habían prometido ir al centro comercial para poder comprar la ropa para mi cumpleaños. Decidí llamar al teléfono de mi madre, no cogía ¿qué les pasaba? Me empecé a preocupar, así que intenté tranquilizarme. De pronto sonó el teléfono de casa, fui rápida a coger el teléfono, esperando que fuera mamá, pero no, era un señor que llamaba desde el hospital.
- ¿Es la hija de Thomas y Kate Stephenson? – preguntó el señor del hospital.
- Sí, ¿qué ha ocurrido? – pregunté asustada.
- Sus padres han tenido un accidente con el coche, acaban de llegar, solo quería informarle de su estado, y es crítico. Sus padres están en coma inducido, lo siento – el señor que me decía todas esas cosas tenía la voz quebrada, yo me puse a llorar, ¿por qué ellos? ¿Por qué tenían que ser mis padres los que estaban en esas camillas del hospital? - ¿Quiere venir a verlos?
En ese momento yo no podía hablar, solo quería tirarme por un balcón, no me salía la voz. Quería destrozar todo, pero me era imposible.
- No puedo – conseguí decir.
- Está bien, cuando se encuentre mejor, por favor avísenos – colgué cuando el señor que estaba al otro lado de la línea.
No podía pensar en nada ni en nadie. ¿Qué hago yo ahora? Correr, sí, esa es la mejor solución. En este momento no podía hacer otra cosa nada más que huir. Huir de todo cuanto podía, esto no lo podía soportar. Salí de mi casa corriendo como nunca lo había hecho y me dirigí a aquel lugar donde suelo ir, a ese río tan maravilloso que solo con su sonido consigue que se me olvide todo lo que me pasa. Directamente me derrumbé esta vez ni el sonido del río consiguió calmarme. Empecé a gritar y a llorar con todas mis fuerzas, como nunca antes lo había hecho. De repente, noté como alguien me tocaba el hombro, me di la vuelta y allí le ví, era un chico moreno con unos ojos almendrados preciosos tendría más o menos mi edad 16 o 17, pero nose por qué mi instinto decía que debía de salir corriendo y así lo hice, dejando atrás a él, a mis gritos, a mis lágrimas, en definitiva a todo. Pero me tropecé con una piedra o algo y me caí de boca contra el suelo, mierda, tenía la rodilla sangrando y la barbilla con un rasguño. Ví que alguien venía corriendo hacía a mí, era él, no, no, otra vez no.
Ö qué principio más intrigante!
ResponderEliminarEstoy deseando leer más^^
Besotes
Ains en solo un capitulo habéis conseguido intrigarme!
ResponderEliminarMAS! XD
Besiitos!
Ostia que guay el
ResponderEliminarcapitulo es interesante te comento
ii me hago seguidora