domingo, 26 de diciembre de 2010

Cap 2.

El chico se acercó a mí, en las manos llevaba unos guantes de cuero negro, estábamos en verano ¿qué hacía con esos guantes? Sacó del bolsillo una gasa y me la puso en la rodilla.
Miré al chico a los ojos y me tranquilicé, no sé por qué, pero ese chico transmitía una paz enorme al mirarlo a los ojos. Abrí la boca para preguntarle quién era, pero él me chistó antes de que pudiera decir palabra.
- Es mejor que no digas nada – me dijo mientras curaba la herida.
Cerré los ojos del puro dolor que sentía en la pierna, ¿qué estaba haciendo? Hace dos segundos yo estaba corriendo despavorida por el miedo que él me había provocado, pero ahora él me sanaba la rodilla, la que me había dañado huyendo de él. Sentí como la zona afectada por el golpe me ardía, ¿Qué me había echado en la herida?
- ¡¡Ahhg!! – exclamé por el dolor.
- Tranquila, ya acabo – dijo él con una voz suave.
El chico terminó de sanarme la herida y me miró de una forma enternecedora, yo no podía evitar sonreír al verle la cara, era muy guapo. Tenía algunas pecas, pero no muchas. Me dio la mano y me ayudó a reincorporarme.
- ¿Qué pretendes hacerme? – pregunté algo asustada.
- Nada, solo quería ayudarte, pero si quieres me marcho y te dejo aquí sola – dijo él levantándose.
- No, no me dejes sola, por favor, no estoy bien – dije tirando de su mano.
- ¿Cómo te llamas? – me preguntó el chico sentándose a mi lado en el suelo.
- Hayley ¿y tú? – dije mientras miraba mi rodilla vendada.
- Rob – dijo él observando el río.

Nos quedamos unos segundos mirándonos y sentí que el corazón se me iba a salir del pecho. Nose por qué, pero no podía mirarle más, era como si con los ojos me traspasara. Odiaba que me mirasen así, pero en ese momento me gustó. Después me siguió hablando pero no le escuchaba.

-¿Estás bien?- dijo con cara de preocupación.
-Emm... sí, sí- le contesté.
-¿Quieres que te acompañe a tu casa?- me preguntó a la vez que me ayudaba a levantarme.
-Si te digo la verdad, ahora mismo es el sitio en el que menos querría estar- respondí nerviosa.
-Vale, pues ven conmigo. Vamos a otro sitio- contestó el.
-¿Adonde?- pregunté asustada.
-A tomar algo- dijo.
-Va...Vale- respondí algo asustada

No podía andar bien porque me dolía mucho la rodilla, pero él me cogió y me subió en su espalda. Nos fuimos de aquel lugar, de mi lugar preferido. Pero esta vez el que me había hecho olvidame de todo había sido él, Rob.

4 comentarios:

  1. wow, ya me está encantando el chico, es muy misterioso!

    Muak

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  2. Me ha encantado, no tengo palabras. Realmente de las pocas cosas que he leído que merezca la pena.

    Os sigo y espero que sigáis escribiendo porque yo os seguiré leyendo =)

    Yo también escribo una historia aquí os dejo el blog por si queréis pasaros http://elrincondemisideales.blogspot.com

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  3. Preciosa :)
    Por si quieres echarle un vistazo, mi blog es este:
    www.cronicasdeunatiacualquiera.blogspot.com
    Acabo de empezar así que no seas mala...
    Sigue escribiendo ;)

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  4. Muchas Gracias por vuestros comentarios! : )
    Yaa seguiimos vueestros blogs! ; )

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